viernes, 27 de febrero de 2015

Poema: Lampareo


LAMPAREO


Como por arte de magia
el proyector nos contó con la mirada sus historias.

Gato firme en la mesa
del comedor, despertaba de su voluble letargo
con un ronquido leve,
en un bostezo de imágenes.

A un costado: la familia, carretes, olores viejos,
cintas de película a no sé cuántos
milímetros de la memoria.

Todo listo y se esfumaba la luz.

La blancura de la pared
develaba entonces dibujos animados,
golosinas visuales
con que engordar el hambre de los ojos.

Ahí va Tom trastabillando
por los rincones cardinales en busca de Jerry,
allá la empeñada odisea
por salvar el avión que se va a pique,
¿cuántas veces Cenicienta
abandonó su zapatilla en el espejismo de la pared?

Los párpados de la infancia
fraguaron del mundo su intermitencia
con el centellear del cinescopio:

Ríos de luz donde a ratos
la memoria, desnuda,
                                   relampaguea.

Desde ayer se enciende el proyector
que encandila
                                                 a lo lejos
rostros
                humeantes.  



Del poemario Memoria del agua (Amarillo Editores, México, 2005)
Este mes de febrero se cumplen 10 años de la publicación de mi primer poemario, “Memoria del agua”​, y para celebrarlo quise compartir este poema al que le tengo especial aprecio por recoger uno de los momentos de la infancia que más añoro: cuando mi padre nos ponía caricaturas en su proyector de 16 mm.



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