Bestimenta: las palabras se visten con lo que pronuncian
por Rodrigo Galarza
(Para ver datos de la edición hacer click aquí: BESTIMENTA)
He aquí todas las
bestias (algunas) pero todas, masticando pasto, horadando estrellas,
ensimismando el tiempo, derramando su lengua en el espacio. He aquí su domador,
con el látigo implacable de las palabras y más: la poesía; y menos el silencio,
el infra silencio cayendo como túnica del universo sobre los mortales. He aquí
Pirot, el sastre del ejército, el cauteloso, el allanado por quietas sílabas;
he aquí el caudaloso, el brutal liberador de la manada, el que da de comer sin
sigilo, el domesticador de “la carne del poema/en la ingravidez de la palabra.
¡Véanlo! Mírenle las manos cargadas de preguntas, miren sus ojos ejerciendo de
custodio y verdugo, de prestidigitador del juego, liberador de albatros, el
costurero del “alba-atroz”. Y ya se oyen caer los ropajes, la Bestimenta,
¡escuchad cómo se rasgan al principio y luego restituyen su belleza; ved cómo
la desnudez asume su embestida porque “un grano de arena contiene todo el
desierto” porque “yo es otro” y Pirot No-Lizalde, no tuvo un tigre en la casa,
porque su casa ha sido su cuerpo y su cuerpo el tigre que saltó en él y el
tigre que saltó en : lenguaje: “una música/ en la que el silencio/juega un solo
que dura toda la vida”.
¡Ya están aquí,
seáis piadosos! Aunque ellos no lo serán tanto con vosotros, ¡quedan
advertidos! una vez instalados en la sangre tienen la manía de quedarse y de
“correr velozmente derramando el paisaje” o bien ser una Piedra, ya que tal nos
sugiere Pirot: “tal vez una piedra es
una tortuga/budista”.
Rodrigo Galarza en la presentación de Bestimenta en Madrid (Foto: Federico Romero Galán)
Óscar Pirot (Foto: Federico Romero Galán)
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