jueves, 21 de abril de 2022

Festival Internacional de Poesía "(im)Prescindibles" en Moralzarzal, Madrid

Este fin de semana estaremos celebrando en Moralzarzal (Madrid) la primera edición del Festival Internacional de Poesía "(imprescindibles)". El evento, que reunirá múltiples actividades y voces poéticas, abarcará un gran abanico de opciones -como performance, conciertos, recitales, talleres para niños y charlas sobre traducción-, todo ello aderezado con diversos espacios y atmósferas para cada función.

 

En la mesa inaugural, tendré el placer de recitar junto a la poeta Roxana Crisólogo (Finlandia-Perú) y dialogar sobre la memoria. A continuación, cartel y programa:

 




 

lunes, 13 de diciembre de 2021

Presentación en Madrid de "Soplo de vida. Antología de animales"

 

 
En Verguenza Ajena tenemos el placer de anunciaros la presentación, el 14 de diciembre a las 19h, de la antología "Soplo de vida: Antología de animales", editado por Ojos de Sol, en la que han participado numerosos autores: 
 
Verónica Aranda / Sandra Benito Fernández / Adán Brand / Ingrid Bringas / Valeria Canelas / César Cañedo / Valeria Correa Fiz / Andrea Sofía Crespo Madrid / Lucía Cupertino / Elisa Díaz Castelo / Miguel Ángel Feria / Daniel Fernández Rodríguez / Sesi Garcia / Berta García Faet / Carlos García Mera / Maricela Guerrero / Alberto Guirao / Pedro Martín Aguilar / Diego Medina Poveda / Carla Nyman / Federico Ocaña / Ana Pérez Cañamares / Sergio Pérez Torres / Óscar Pirot / Benito del Pliego / Antonio Rivero Machina / Andrea Toribio / Karen Villeda.
 
 ***
 
 

jueves, 28 de noviembre de 2019

La flecha en la palabra: sobre "El ejército ha huido" por Eduardo Fariña


 "Arco y punta" de W. Kandinsky (1929)


"La flecha en la palabra"
por Eduardo Fariña Poveda

Huir es más espacio que tiempo. La apuesta acrobática por poner a disposición de un lector una serie de recursos y pulsiones internas es lo que define la jugada de un poeta. Pero los que excavan en las profundidades blancas de una página a veces descubren un tesoro en movimiento que solo puede entenderse desde la óptica de quien mira sin esperar más que el placer del instante, que todo tiempo presente prefigura: «Empuñar el silencio y tasajear la página» se nos dice en un verso.

Retomando, escribir como gesto también entraña jugada, pero los poetas que investigan los cauces por los que están dispuestos a transitar, siempre nos sorprenden; en el caso del libro que nos convoca, la jugada se metamorfosea y se camufla en el impacto que estos poemas provocan. El ejército está en movimiento y en su huida, deja tras de sí un rastro para que podamos, lectores, regresar a la infancia, a la soledad, al placer textual, a la compañía programada de quienes deciden celebrar nuestra presencia. Errar por errancia más que por error o por descuido. Aquí siempre hay objetivo y no faltan flechas, como se verá en uno de los apartados más veloces del libro. En otro blanco, veremos a los personajes, a medio camino entre la breve biografía y el instante de su asedio.

Óscar Pirot en El ejército ha huido reúne una serie de textos breves, divididos en 5 apartados. Algunos poemas son muy afilados como flechas. Otros más blindados y recubiertos de acero, como balas. En algunos casos hacen referencia a una realidad cercana, en otros, los textos intuyen que el lector necesita aportar un significado adicional a su estructura sintáctica. Porque las ideas de la guerra y la batalla están presentes en el mundo natural y en las sociedades que habitamos. Y nosotros, como lectores, nos apropiamos de la abstracción de la idea de batalla mientras sentimos o recordamos cicatrices pasadas y/o los sonidos de las guerras cotidianas combatidas: «Herir es dar la carne como ausencia».  Muchos ejes temáticos vertebran el poemario. Aquí es clave todo lo relacionado con la distancia. El arquero tiene éxito en la medida de que no toca su blanco; la flecha en el aire resume toda la extensión que la tensión comporta: «Atravesada por flechas / la carne se llena de vuelo». Poema que logra impactar no solo en el lector como individuo, sino en su experiencia lectora, en su situación espacio-temporal con la cultura contemporánea. El poema y su tensión con la página en blanco. O con su eficacia estratégica: «Acribillar palabras hasta dar en el blanco de la página».

Cabe señalar que Pirot se interesa por la idea de concepto. Cada poema aporta un grano de arena para construir una maquinaria de mayor ingeniería. No es la primera vez; hay un más allá de osadía en la puesta en escena de este libro. Si en Bestimenta (2011), el itinerario de lo animal hacía pensar en un lenguaje que apelaba a un lugar posible entre bestia y hombre y en Luz Anfibia (2012) la pedacería de lo fragmentario sondea las profundidades internas de una poética en construcción (Añadiríamos la gimnasia onírica presente en el libro colectivo Hypnerotomaquia de 2017) en este libro el lenguaje busca asociarse con la idea de conflicto. Entendiendo este como el cruce de destinos, como se anuncia en el comienzo del poemario. Desde la infancia, desde la decisión de ser un autor o desde la complicidad con los seres queridos, la herida y la batalla se hacen posibles como experiencia de lenguaje. Búsqueda. Recovecos de un decir. Más que estar, persistir. Reflexión alrededor de significado y significante. El ejército se mueve. Se amplia el campo de batalla en el espacio.

Trinchera, portaviones, catapulta, ametralladora, francotirador, el desertor, mensaje en la botella... Palabras clave que atraen a tantos otros títulos del texto. El poemario tiene sus piezas desplegadas. Y se mueve. Ondula cuando a su paso desgarra como una espada. O desde una distancia considerable, el lector es alcanzado por otra flecha.

Zaragoza, abril, 2019

***

jueves, 3 de octubre de 2019

Presentación en Madrid del poemario "El ejército ha huido" Óscar Pirot




Presentación del poemario “El ejército ha huido” de Óscar Pirot

 

Bajo el sello Editorial Tigres de Papel se avecina un desembarco de tinta…

El sábado 5 de octubre a partir de las 19:30 h tendrá lugar la presentación del poemario “El ejército ha huido” de Óscar Pirot.
"
La cita será en la mágica atmósfera del bar La Noche Boca Arriba (Salitre 30, Metro Lavapiés, Madrid), un espacio entrañable abierto a la poesía.

Acompañarán al autor:

• Los editores de Tigres de Papel: Mara Troublant y Paco Moral
• El poeta ecuatoriano Paúl Chimbo Torres


«Óscar Pirot en "El ejército ha huido" reúne una serie de textos breves, divididos en 5 apartados. Algunos poemas son muy afilados como flechas. Otros más blindados y recubiertos de acero, como balas. En algunos casos hacen referencia a una realidad cercana, en otros, los textos intuyen que el lector necesita aportar un significado adicional a su estructura sintáctica. Porque las ideas de la guerra y la batalla están presentes en el mundo natural y en las sociedades que habitamos. Y nosotros, como lectores, nos apropiamos de la abstracción de la idea de batalla mientras sentimos o recordamos cicatrices pasadas y/o los sonidos de las guerras cotidianas combatidas» (Eduardo Fariña, del prólogo “La flecha en la palabra”)


*** 

martes, 3 de septiembre de 2019

Hilos ígneos: una aproximación a Lumbres de Gema Palacios





En primavera de 2019 –bajo el sello editorial Polibea– salió a la luz Lumbres, el nuevo poemario de Gema Palacios. Galardonado con el Premio Javier Lostalé de Poesía Joven en su cuarta edición, el libro confirma lo que ya anteriormente se venía anunciando en algunas obras anteriores, como Treinta y seis mujeres (2016) o Compañeros del crimen (2014), que para la autora el acto poético es ante todo un discernimiento de la palabra como ente orgánico, tal y como ella misma nos lo evidencia: “El lenguaje es un ser vivo que tiembla”.
Lumbres configura su estructura mediante tres destellos: «Madriguera», «Invernadero» y «Nido». A todos ellos los une la confrontación entre el adentro y la intemperie, frontera delicada desde donde “deletrear despacio/ el frágil contorno de la vida”. Es esta amalgama entre cuerpo y lenguaje, entre piel y escritura, lo que le otorga a cada poema un carácter simbiótico entre dos realidades complementarias: la del ser y lo que nombra. Tal vez por eso el título, a medida en que avanzamos la lectura, nos da esa doble pauta: la lumbre, además de sí misma, es aquello que alumbra.
Bajo esta concepción de la voz como membrana sensorial, los poemas de Lumbres surgen como ondulaciones que emulan el crepitar de la llama. Su elevación, su perfil contenido y sus cortes de verso desembocan en una musicalidad propia de una atmósfera pausada que cuestiona los límites de la conciencia y su imbricación en el mundo: “No a fluir hasta desbordar/ cada esquina del mapa”.
Conforme vamos incinerando la mirada en cada página, lo indomable se hace presente a través de la figura animal. Instinto e intuición se trenzan para dialogar tanto con el pensamiento como con el mundo sensible. Se hace presente ese deseo de balbucir lo que aún está por ser dicho: “Hay una luz vencida/ un extraño pasajero en mi garganta”.
Lo concéntrico y el movimiento alterno de expansión-contracción abren un pasadizo de búsqueda y reencuentro: “Salir afuera/ sólo para estar de vuelta”, “Proseguir/ a campo traviesa/ para volver al comienzo”. En ocasiones, ese movimiento se transforma en quietud y en urgencia de madurar el fruto recolectado hasta transmutarlo en signos: “Escribir no es desear hacia delante/ no es volver donde el origen/ no es contraerse ni expandir/ escribir es hurgar aquí/ donde el blanco/ en esta sucesión de grietas/ sensibles al frío.”
La intención del desprendimiento de sí para acceder a otras coordenadas también puede observarse: “Bailar hasta que el cuerpo/ se vuelva comisura”, “Siempre avanzo/ hasta desposeerme hasta/ desdibujarme”; por ello, la presencia de la grieta como resquicio también es palpable en algunos poemas.
El concepto, la insinuación, la imagen recreada, la dimensión simbólica y el carácter reflexivo del propio acto de creación son algunos de los recursos que se imprimen de forma conjunta y armónica. Lumbres se vuelve sobre sí y hace de su espejo: “Escribir un poema/ siempre estar escribiendo un poema/ dentro del poema/ hasta que este desaparezca/ y no exista nada/ salvo este obsesivo huirse/ hacia los otros”.  Un aliento que aspira a la comunión con aquello que no somos pero que sentimos como propio.
En su dimensión total, esta nueva exploración de Gema Palacios se corresponde con visiones detalladas y hondas, delicadas y sugerentes: “Ahora se deshacen los ojos/ almendras de hielo”. En sus páginas late una reinterpretación de la luz como agente epistemológico del yo y su hábitat, una conciencia penetrante y lúcida, una propuesta sedimentada bajo el rigor de un lenguaje depurado que borda los confines del sujeto como intersticio entre el universo y la palabra.
Adentrarnos en estos hilos ígneos es saborear la revelación que asoma en cada pausa, “despacio con la fe del caracol/ que vive y es casa de sí mismo”.

  
***